Tienes que hacer una mudanza el domingo, mañana; no tienes ganas de mancharte las manos y prefieres encargárselo a otro. Un buen amigo dice que él no te va a ayudar, pero que te va a dar el teléfono de una empresa que lo hace a un precio bajo. Te dice que merece la pena a pesar de que los operarios sean extraños, no te especifica el por qué. Llamas y hablas con el encargado, le das tus datos y explicas qué es lo que quieres. Queda todo muy claro y de hecho piensas que al otro lado del teléfono hay una magnífica persona y mejor trabajador, pero no piensas en tener sexo con él. El domingo a las 8:00 de la mañana tocan el timbre de tu casa y cuando abres.....ZASCA! Te encuentras con un perro vestido con mono azul y gorra amarilla. Te dice que hablaste con él y que el camión está aparcado abajo. Tú no das crédito: ¿Qué cojones hace un perro disfrazado y hablando en la puerta de mi casa?. En seguida suben dos más, perros fuertes e incluso con pedigree. ¿Quién sabe? A lo mejor hacen bien el trabajo.
Hay uno de los perros que te llama mucho la atención, no sólo por el mono azul y por la gorra, sino porque fuma mucho y lleva un consolador en el bolsillo. (La escalera parece que flote)
Vayamos con otra idea:
Un viva la vida de toda la vida, uno de esos niños de papá, pero no tan niños, quizá pasa los cuarenta. Ese
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